Estás decidiendo todo el tiempo, desde que te levantas ( o no te levantas y decides postponer la alarma), a la hora de comer, comprar, contestar los mails o enfrentarte a una tarea, si regreso por el camino de siempre o me desvío para hacer un recado; decides que serie ver, o quizás leer, o qué te pones porque al final has decidido salir ( ¡Ojalá!…)

En fin que cada acción del día supone ya una micro batalla de decisiones y estudios científicos nos confirman que tenemos una batería de tomas de decisiones que como la del móvil, más la usas y primero se descarga. Lo que ocurre es que las infinitas opciones, distracciones, decisiones de la jornada acaban alejándote de tu sentir y de tu sabiduría intuitiva. Es algo a tener en cuenta, sobre todo si te enfrentas a decisiones importantes, estas en una encrucijada vital o laboral y quieres estar en plena forma decisional y no correr el riesgo de acabar como el 7 de Copas del Tarot ( efecto magic mushrooms).
Demasiada OPCIÓN es NINGUNA opción. Embalados en la cabeza dándole al tarro que si esto que si el otro solo se acaba uno agotando con el único resultado de recurrir al sabio consejo del abuela y de consultar el tema con la almohada.
¿SOLUCIÓN? Parar y sentir. Regresar al cuerpo y sentir. Dejar que la Intuición haga su trabajo, contestará y sabrás lo que ya sabes mientras intentas decidir pero sin éxito porque has olvidado escucharte. Risas, emoticon de la chica con la mano en la frente y un gran suspiro.
Aquí va el ejercicio: practica esta mini meditación antes de haber gastado tu batería decisional, por la mañana después del café es buen momento.

Siéntate con la espalda recta y los pies bien enraizados en el suelo. Cierra los ojos y apoya suavemente las palmas de tus manos hacia arriba sobre tus muslos. Inspira profundo y declara mentalmente la intención de quitarte del medio para que tu Intuición haga el trabajo. Inspira y al exhalar lleva tu atención a las palmas de tus manos. Imagina dos energías distintas formándose en ellas. Puede que sientas una mano más caliente, o más pesada que la otra; puede que la sensación te recuerde un color o una imagen; siente lo que ocurre sigue respirando. Poco a poco ves sintiendo cual de las dos opciones es la que te gusta más. No tiene porqué esta asociado a ningún tema, tu solo elige la que sientas que más te guste y cuando lo tengas repite en tu interior: – «¡Esta es la energía que quiero!»
Now, deja que se expanda y se mueva mientras ocupa todo el espacio entre tus manos, quizás tu otra opción desaparezca o se quede más chiquitina… tú allí con toooda tu atención en la energía que quieres, saboréala, gózala, hazte amig@ con ella aunque no sepas ni de que va. Confía en que tu Intuición lo sabe perfectamente y que sin duda tu batería decisional se está cargando a tope.
Cuando sientas que es suficiente, deja que esa energía se compacte y si quieres la puedes guardar en tu corazón o la dejas libre, total os vais a ver pronto jejejeje. Agradece a quien corresponda según tu sistema de creencias y feliz y seren@ te vuelves a incorporar. Espero te sea útil ( lo será!) y si practicas puedes usar este sistema siempre, solo recordar sentir la energía en tus manos y confiar en lo que te indica tu Intuición. ¡Abrazos!
wow que genial tipo de meditación, lo haré mañana que terminé mi té. Yo soy cero intuitiva y cien por cien indecisa, paso el día tomando la decisión de no tomar decisiones jaja, así que seguro que esto me ayuda. Gracias por compartir.
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Gracias,gracias, gracias
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a ti Aratxa
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