Podcast Ivoox Anaska Fischer
El síndrome de límite máximo, termino acuñado por el psicólogo Gay Hendricks, es una barrera auto-impuesta que nos impide permitirnos expandir en los objetivos de nuestra vida. Este límite es nuestro techo de cristal que establece lo que es posible o imposible para uno; el grado de amor, prosperidad, éxito y realización que nos podemos «permitir». Cuando superamos o llegamos a los límites de la felicidad permitida, en nuestro fuero interno suena la alarma y nuestro poder creativo se transforma en auto sabotaje para que regresemos a un estado de expansión adecuado, seguro y permitido.
Hay muchas personas que dicen sentir miedo cuando las cosas les van demasiado bien, como si se esperaran un castigo; esta sensación puede ser consciente o inconsciente y es el señuelo de que estamos en presencia de alguna creencia o hábito que nos obliga a «máximo-limitarnos». A veces el límite aparece de manera indirecta, por ejemplo por fin encontramos el amor, pero las finanzas empiezan a tener problemas; logras vender tu obra, pero el transportista tiene un accidente y tu escultura se hace añicos; obtienes el puesto y te enfermas el día de la presentación.
Según Hendricks, se trata de un problema de altruismo erróneo, es decir del amor infantil que nos ata a los límites de satisfacción aceptable dentro de nuestro clan familiar. Jodorowsky se refiere a lo mismo cuando habla de fidelidad al árbol genealógico y la consecuente síndrome de fracaso.
Cada ves que todo va viento en popa y algo se tuerce tienes la ocasión de: 1. Maldecir tu mala suerte 2. Rectificar tu visión de límite máximo, aprender y corregir el rumbo.
Existen dos fuerza potentes que entran en juego cuando hablamos de vivir la vida, la primera es la que quiere mantenerte en un marco seguro ( el límite máximo familiar y social) y la segunda es la fuerza creativa innata dentro cada ser cuya naturaleza es expandirse a su máximo en todas las áreas posibles de expresión. Es tu zona de genialidad.
Entonces no sólo nos auto saboteamos por sentir culpa al superar los límites familiares, sino que también nuestro genio interior se apuntará en boicotear todo lo que no entre en sus planes. Mientras no nos permitamos atravesar ese límite máximo, sin embargo, será muy difícil que podamos gozar del poder creativo de nuestro genio interior. Con palabras de Hendricks, desde nuestra zona de limitación no podemos dar el gran salto hacia nuestra zona de genialidad, allá dónde hacemos lo que amamos y ofrecemos lo mejor de nosotros mismo sin límites.
El síndrome de límite máximo es reconocible porqué es una Drama Queen. Estas son los cinco virus que puede haber implantado en tu zona de genialidad:
- Pensar que tienes defectos de base y minimizarse, porque en definitiva eres malo, tonto etc..
- Tener miedo a sobresalir para no eclipsar a los demás, los que sobresalen son también parte de la categoría aquí arriba.
- Sentirse culpable o un lastre, cargar con una deuda cósmica de no merecimiento
- Sentir la culpa de estar traicionando alguien o algo si somos felices, exitosos o prósperos
- Tener miedo a abandonar el clan, sentir que si gano algo pierdo mi lugar
Son algunas de las creencias básicas que nos atan inconscientemente a este síndrome de fracaso. Pero la buena noticia es que es fácil pillarnos en fragante y parar la cascada de pensamientos-emociones que dispararán el botón de la «miseria» al topar con estas barreras. ¿Cómo?
- Elimina la pre-ocupación: sólo es útil cuando puedes abordar algo real siempre que puedas tomar acción, de otra forma preocuparte es síntoma de máximo-limitación.
- Evita engancharte en criticas y reproches: sólo son útiles si llevan a un resultado útil.
- Jamás te desvalorices ni disminuyas tus logros: sí te mereces celebrar tus logros, aceptar cumplidos y sobresalir.
- No caigas en «víctima»: vigila las peleas en las que acabas disputándote el rol de víctima. Estarías cediendo tu valor.
- No obligues tu cuerpo a ponerse enfermo como escapatoria: a veces caemos enfermos por penitencia, escapatoria o prevención. Si antes de algo importante para ti caes enfermo ojo porqué quizás has topado con un límite máximo.
- No te mientas, ni mientas.
- Cultiva una actitud abierta al cambio y a la introspección, un buen sentido de la auto-ironía es más que bienvenido y sé empático ( incluso con tu yo limitante, comprende que tiene una buena intención).
En el siguiente post, escribiré sobre la zona de genialidad y de qué manera podemos empezar a establecer nuestra mente en este fecundo territorio creativo dentro de nosotros ( ¡Subscríbete al Blog!). Si quieres te ayude en detectar tus límites y cómo superarlos, puedes contactarme aquí abajo, encantada de conocerte 🙂
Fuentes: Tu gran salto – Gay Hendricks; El Collar del Tigre – Cristóbal Jodorowsky – Metagenealogia – Jodorowsky/Costa