Según Ángeles Arrien, antropóloga, psicóloga transpersonal y profesoras de religiones comparadas, el chamán puede considerarse el arquetipo del sabio interior. Los chamanes se dedican a mostrar cómo vivir una vida en armonía con la naturaleza y el cosmos, y con las fuerzas que habitan en nuestro interior. Pero no todos los chamanes hacen lo mismo, para Arrien existen cuatro senderos en los que este arquetipo se expresa:
- EL GUERRERO
- EL SANADOR
- EL VIDENTE
- EL MAESTRO
CADA ARQUETIPO HABLA DE LAS RAÍCES MÁS PROFUNDAS DE LA HUMANIDAD, ENTONCES, NOSOTROS TAMBIÉN PODEMOS CONECTAR CON SU SABIDURÍA. Cuando empezamos a vivir estos arquetipos dentro de nosotros, empezamos a sanar y esto hace que podamos sanar nuestro fragmento de mundo. Como decía Madre Teresa – Si cada uno barriera la puerta de su casa, el mundo sería un lugar más limpio – o con palabras de Gandhi – Sé el cambio que quieres ver en el mundo.
Los cuatro principios siguientes, basados en cada arquetipo, son los que componen el cuádruple sendero del chamán:
1. ELEGIR ESTAR PRESENTE
Es la senda del guerrero. Estar presente y comprometerse con el presente nos permite acceder a los recursos humanos del PODER, la comunicación y el impacto.
2. PRESTAR ATENCIÓN A LO QUE TIENE CORAZÓN Y SIGNIFICADO
Es la senda del sanador. Este es el camino que nos abre a los recursos humanos del AMOR, la gratitud el reconocimiento y la validación.
3. DECIR LA VERDAD SIN CULPA NI JUICIO
Este es el camino del vidente y nos lleva a ser auténticos, a desarrollar nuestra visión interna e INTUICIÓN.
4. PERMANECER ABIERTO AL RESULTADO Y NO ATADO A ÉL.
Apertura y desapego nos permiten llegar a la SABIDURÍA y a la objetividad. Este es el camino del maestro.
Las Cuatro Sendas del Chamán son EXPERIENCIAS UNIVERSALES y disponibles para toda la humanidad. Si consideramos el chamán cómo arquetipo, es una fuerza que podemos y deberíamos despertar dentro de nosotros mismos. Es una de las voces y disfraces de nuestra consciencia alentándonos a crecer. Traducido a los términos de nuestra sociedad actual, estaríamos expresamos los cuatro arquetipos de la siguiente manera:
- El Guerrero son nuestras dotes de liderazgo
- El Sanador son nuestras actitudes hacia el cuidado de nuestra salud y la del nuestro entorno.
- El Vidente es la vía de la creatividad y la capacidad de plasmar y concretar nuestros sueños.
- El Maestro es la capacidad de informar, enseñar y todo lo relacionado con la comunicación constructiva.
Cuando logramos desarrollar las cuatro caras de nuestro chamán interior, expresamos nuestra maestría del cambio como lideres, ecologistas, innovadores y comunicadores con impacto y legado. Entonces estaremos expresando esa harmonía con el Todo que los Maestros de todas las culturas y épocas predican.
El Trabajo de Ángeles Arrien es un legado muy valioso, tanto por el estudio del chamánismo a nivel antropológico que como estudio de la fenomenología psicológica detrás de estas tradiciones ancestrales, a veces llamado metachamanismo. Te recomiendo su libro: «Las cuatro sendas del chamán» para ahondar la temática de este post ¡te encantará!
En mi novela El Talismán del Líder danzante ( Kepler) desarrollo los aspectos de el chamán como GUERRERO y LIDER para la toma de consciencia del propio poder personal y capacidad de impacto y presencia consciente en el mundo.