Según el psicólogo James Hillman, los arquetipos son los modelos más profundos del funcionamiento de nuestra psique, representan las raíces del alma, que definen la manera con las que nos vemos a nosotros mismos y al mundo. Así mismo los arquetipos también son las raíces de los mitos. Los arquetipos expresan la energía del alma en figuras, lugares, personajes de historias que no pretende explicar sino revelar. Los mitos y los arquetipos, aunque presentes en el mundo visible, nos comunican con lo invisible, y el encuentro entre estos dos mundos tiene una frontera de bruma que no se puede atravesar con el intelecto sino con la imaginación. Ojo, que no lo digo yo, que soy una autodidacta sin esperanzas, sino que son palabras de J.Hillman, J.Campell, K.Jung estudiosos respetables y enamorados del valor estético, terapéutico y mágico del trabajo con los arquetipos. Los arcanos del Tarot también son personificaciones de arquetipos de nuestra psique y nos permiten revelar ( no explicar) el relato mitico que estamos viviendo en este momento de nuestra vida. El Tarot nos ayuda a crecer, a vencer la resistencia a ser autenticos y vivir lo no-vivido en nosotros mismos. Piénsalo de esta forma, el Ego cree ser el único dios del mambo, en una lectura de Tarot puedes descubrir que en ti habita un panteón politeísta de primera, dónde hay muchos dioses que también quieren decir la suya. Los arcanos que elijas serán las pistas para poder entablar una conversación con lo que ES en ti y todavía no está visible.

El mito que cada consultante relata es personal. No existe una lectura igual a otra, aunque salgan los mismos arcanos y, por cuanto el tarólogo, tarotista, terapeuta se esfuerze, esa cortina de humo entre el mundo visible e invisible, se levantará solo si el consultante puede dar este paso de imaginación ( o intuición) y abrirse a una revelación sobre sí mism@. Los significados de los arcanos, las explicaciónes del tarólogo, serán un instrumento de acompañamiento, pero no muestran una verdad literal. Son invitaciónes a una abertura psicológica, para que el corazón del alma susurre la solución. Allí la lectura no se «hace», es el momento eureka  y punto.

Con esto no quiero decir que no se tenga que estudiar los significados de los arcanos, por supuesto mucho, muchísimo atragantamiento de textos, estudia como no existiera un mañana. Igualmente creo que jamás se puede llegar a conocer el Tarot en su inmensidad. Me explico utilizando como metafora el mito de Huldra, una criatura de exquisita belleza que se aparecía a los leñadores en los bosques de la mitología nórdica. Huldra o Hulder mostrava su rostro maravilloso a los leñadores y los pobres la perseguían hasta el corazón del bosque, dónde descubrían que ella era solo rostro, su espalda era invisible, ¡era el bosque! Los arquetipos y los mitos nos permiten ver solo la cara, pero sus raíces se deslizan en el reino de lo invisible. Las figuras de los arcanos son el rostro visible de Huldra, conocemos los símbolos, las interpretaciones de diferentes eruditos, añadimos un toque de intuición y experiencia personal…pero, la espalda es el bosque y en el momento de la lectura, será el corazón del bosque dónde las reglas las cantarán los dioses.

Lecturas recomendadas:

James Hillman – El código del alma /  Joseph Campbell – Los Mitos / Patrick Harpur – El fuego secreto de los filósofos / – Sallie Nichols – Jung y el Tarot / Stephen Laarsen – Imaginación mítica … etc. etc….