La Luna, arcano XVIII, es una de las cartas que me atrae con facilidad en su mundo interior hecho de sombras, espejismos y seres de ensueño. Es una carta que al mirarla me envuelve en el ambiente de las noches de verano, cálidas e insomnes, donde no es raro que salga a pasear, porque es cuando mejor pienso, en el silencio y en la magia de la oscuridad. Hay personas que le tienen miedo a la noche, a la oscuridad porque no se puede ver entre las sombras, yo, que soy bastante miope de naturaleza, estoy acostumbrada a atinar con lo que veo, pues en la oscuridad es donde me encuentro más a gusto, eso es lo que me cuenta esta lámina: – Ven, te voy a mostrar cosas diferentes, cosas que parecen A de día y B de noche… ¡Bienvenida al mundo de la imaginación! – La Luna es la Gran Madre Cósmica, una maga de cabello negro y azul que se ocupa de tejer los sueños, los anhelos, los miedos y los recuerdos. Una diosa voluble capaz de tratarte muy bien, o de crear pesadillas, como en esos sueños donde no logras avanzar, o esas noches donde sigues dándole vuelta a un problema y este crece junto a las horas de insomnio que te procura.

Supongo que su carácter se deba a los ciclos que esta diosa cabalga en nuestro cielo interior nocturno, trayendo a la superficie lo que debe ser visto y no queremos ver; los sueños que aún no hemos realizados y tenemos pendientes; las acusaciones de los defectos que ladramos hacia los demás y que seguramente también nos pertenecen. En mi Intuitarot de hoy me apetece tumbarme panza arriba en las aguas de la carta, flotar y fluir mirando hacia arriba a ver si puedo ver el rostro en la Luna. Entonces ella me pregunta ¿Por que me peleo tanto con migo mism@? ¿Cuales son los ideales que tengo, las expectativas que tengo sobre la vida, que clase de sueño quisiera vivir? –

Dice que si seré capaz de fluir con calma, me va a revelar muchas cosas, pero quierasalgunas no serán fáciles de aceptar de primera, porque tal ves he de dejar atrás mi caparazón de cangrejo luchador y es hora de exponer mi tierna carne a La Luz de la Luna. – Si no dejas atrás el pasado y sigues repitiéndolo, lo bello en ti, verdadero y profundo, no podrá salir a la superficie-. dice la diosa de plata.

Es el fondo se que la Madre Cósmica, con su luz pálida y tenue, quiere que me atreva a entrar en intimidad conmigo misma y entender mis emociones revueltas, quiere darme un espacio de privacidad para que me atreva a despojarme de las mentiras que me cuento acerca de quien soy y pueda con dulzura abrazar un cambio hacia la honestidad y la autenticidad. Esta carta puede ser una buena medicina, especialmente si te animas a dibujarla, porque después del paseo nocturno siempre el sueño que sigue es reparador y profundo. Pues esta será tu tarea de Intuitarot y por supuesto también contestar a las preguntas que la Luna hizo algunas lineas atrás en este post.

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